El equipo de Cirugía e Implantología Bucal de la Universidad de Murcia (UMU) consigue la integración de nuevos implantes ante grandes defectos óseos derivados de deformidades congénitas o cirugías oncológicas
Un grupo de investigación de la Facultad de Medicina de la UMU, liderado por Fabio Camacho, revela que emplear nuevas técnicas de ingeniería tisular o de tejidos podría favorecer la rehabilitación de pacientes con grandes defectos óseos bucales cuando el empleo de tratamientos convencionales se complica, especialmente en los casos en los que estos sufren patologías como diabetes u osteoporosis.
El éxito de los implantes dentales depende en gran parte de la osteointegración, es decir, de que el proceso por el que la pieza dental encaja de manera natural con el propio hueso del paciente. Por ello, “en el proceso de rehabilitación, el hueso remanente tiene un factor esencial. Sin embargo, esto también dificulta el proceso de curación cuando se presentan graves defectos óseos como deformidades congénitas, traumatismos o cirugías derivadas de un cáncer”, explica Fabio Camacho.
En este artículo, publicado en la revista Dental Materials, se evalúan los cambios que se producen cuando los defectos mandibulares son tratados con ingeniería tisular, basada en el cultivo de unas células madre con un gran potencial para autoregenerarse y adaptarse a los distintos tejidos del cuerpo humanos: las células madre mesenquimales. Este tratamiento se ha comparado con la forma más habitual de tratarlo, es decir, únicamente con el uso biomaterial de regeneración ósea.
La comparativa no ha dejado lugar a dudas, y los científicos de la UMU han podido comprobar que empleando esta novedosa técnica se pueden conseguir resultados mucho más satisfactorios.
Casos más graves
Además, este hallazgo no solo repercute a pacientes sanos. El equipo de Cirugía e Implantología Bucal ha analizado también la evaluación ante casos de pacientes con diabetes, osteoporosis o ambas enfermedades al mismo tiempo.
De esta manera han podido ver que, ante enfermedades sistémicas que afectan al tejido óseo, la ingeniería tisular puede ser de gran utilidad. Es el caso, por ejemplo, de los pacientes con diabetes tipo I mal controlados, en los que los niveles de hiperglucemia se han mantenido altos en el tiempo y han acabado derivando con una gran probabilidad en osteopatía diabética.
Ante esta situación la capacidad de regeneración del hueso va a ser mucho menor como consecuencia de una disminución en los niveles de osteocalcina. Lo mismo ocurre con aquellos que sufren osteoporosis, en los que la masa y la densidad ósea merman, dificultando el éxito de las técnicas regenerativas convencionales.
Previsión en humanos
Estos resultados prometedores se han evaluado por el momento en modelos animales. El objetivo de los investigadores es aplicar esta técnica en humanos, que esperan sea el siguiente paso.
En este sentido, los científicos de la UMU se muestran muy optimistas con los resultados obtenidos hasta la fecha y esperan que “se conviertan en una herramienta común en el tratamiento de defectos óseos maxilares críticos, sobre todo, en pacientes con enfermedades sistémicas que afectan a su metabolismo óseo, donde el uso de tratamientos convencionales no es tan efectivo”, concluye Camacho.