La Fundación Nueva Cultura del Agua pide redefinir el papel y la dimensión del regadío

El relator especial de Naciones Unidas por el derecho humano al agua y al saneamiento, Pedro Arrojo, ha clausurado del XII Congreso Ibérico de Gestión y Planificación del Agua

“Tenemos que hacer las paces con los ríos y con los sistemas acuáticos”. Pedro Arrojo, relator especial de Naciones Unidas para el derecho humano al agua y al saneamiento, ha clausurado el XII Congreso Ibérico de Gestión y Planificación del Agua, celebrado en la Universidad de Murcia. El experto ha recordado que es la contaminación de ríos y acuíferos la que provoca que 2.000 millones de personas en el mundo no tengan acceso a agua potable. Ha animado asimismo a recuperar la ingeniería natural que hace que funcione el ciclo natural del agua y a promover una gobernanza del agua como bien común y no como mercancía.

En el evento, organizado por la Fundación Nueva Cultura del Agua, más de un centenar de personas han debatido durante dos días sobre transiciones hídricas, aguas de transición y costeras, conflictos y agricultura. Entre las conclusiones presentadas destaca la necesidad de redefinir el papel y la dimensión del regadío en la península: “El agua para la agricultura debe redistribuirse con criterios sociales, y debe priorizarse el apoyo a las pequeñas y medianas explotaciones profesionales frente a modelos de producción intensiva basada en cultivos altamente consumidores de agua y de otros recursos”.

El modelo de gobernanza también ha tenido cabida en las conclusiones del congreso, que piden “una reforma en profundidad en clave de democratización de organismos básicos para la gestión del agua, como son las confederaciones hidrográficas y las comunidades de regantes”.

Las aguas de transición y costeras han sido uno de los temas claves en esta duodécima edición porque, como ha dicho Pedro Arrojo, “los ríos son muy importante para el mar”. Y, siendo Murcia la sede de la cita, el Mar Menor ha generado muchos debates. La ausencia de gestión de la cuenca con perspectivas de sostenibilidad y la falta de voluntad política para hacer prevalecer el interés público sobre los intereses particulares están detrás de la crisis eutrófica de esta laguna.

Y no se puede hablar de agua sin mencionar la emergencia climática. En el Mediterráneo, el calentamiento del mar duplica la media mundial, recogen las conclusiones, que también mencionan la urgencia de incorporar de forma mucho más clara en los planes hidrológicos los impactos del cambio climático. Ante la constatada reducción del agua disponible, “es hora ya de tomarse en serio la gestión de la demanda” y de que las políticas sectoriales reduzcan los consumos y la superficie de regadío, recoge también la resolución final, leída por Isabel Pedroso y Miguel Ángel Esteve, copresidentes del Comité Científico del congreso.

En el acto de clausura se han entregado dos reconocimientos a la Mejor Comunicación Joven, que han recaído en Nikoletta Ropero, que ha trabajado sobre la caracterización hidrológica de la comarca de los Pedroches, en Córdoba, y en Paula Andrea Zuluaga, quien reconstruye la historia de la crisis eutrófica del Mar Menor.

Más concesiones que agua

La cuarta y última plenaria del congreso, celebrada a primera hora de la tarde del viernes, versó sobre la sostenibilidad del sector agrario. El punto de partida: hay muchas agriculturas distintas y no se trata de culpabilizar; los ponentes aclararon que los agricultores también son víctimas de un sistema que genera muchos impactos. Ángel Calle, gerente de la cooperativa EcoJerte de producción y distribución ecológica, recordó que “los mercados, unidos a los fondos de inversión, están provocando una subida de la huella hídrica”. El también profesor de Sociología en la Universidad de Extremadura y en el Máster en Agroecología de la Universidad de Córdoba cuestionó el sistema agroalimentario y afirmó que “el gran robo es que se confunde alimentación con producto comestible”.

Eduardo López, secretario de Organización COAG Andalucía y presidente de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (CREA Andalucía), hizo un repaso a la situación de los cultivos y la sequía en algunos puntos de Andalucía. “Se otorgan concesiones por encima del agua existente en los embalses y luego vienen los grandes problemas en los acuíferos”, lamentó. Además, subrayó que en las cuencas deficitarias no puede haber un metro más de regadío.

El técnico de políticas del Programa de Agua de WWF España Rafael Seiz abogó por una mira más amplia y territorial, y solicitó la necesidad de hacer una transición hacia modelos de producción que fomenten la recuperación del territorio y del ecosistema. “La transición tiene que ser justa y acompañada por la administración y por los consumidores”, apuntó. Y finalizó matizando que “las autoridades del agua pretenden reducir las presiones, pero sin muchas ganas”. 

Fundación Nueva Cultura del Agua

La FNCA, que organiza estos congresos cada dos han años, está formada por profesionales procedentes de diferentes ámbitos (académico, empresarial, cultural, social…), tanto de España como de Portugal, que promueven un cambio en la política de gestión de aguas para conseguir actuaciones más racionales y sostenibles. Trabaja para recuperar los ecosistemas acuáticos (fuentes, ríos, riberas, lagos, humedales…), que son la máxima expresión de la vida en el planeta y defiende la recuperación del valor patrimonial, cultural, emocional, estético y lúdico de los ríos ibéricos, en una sociedad que ha confundido progreso con negocio.

Más información: http://congresoiberico.org/