Cultura pone en escena este sábado en el Vico 'El desmoronamiento de la ternura', escrita y dirigida por el jumillano Luisma Soriano

La Concejalía de Cultura pone en escena este sábado (20.30 h) en el Teatro Vico ‘El desmoronamiento de la ternura’, una obra escrita y dirigida por el jumillano, Luisma Soriano

Habla sobre todo lo que se desencadena ante la muerte prematura de una madre, ya sean reacciones producto de la incontinencia verbal, cruel y rabiosa, o nacidas del silencio y la quietud, de la observación como modo de percibir una energía todavía latente, transformada ahora en otra cosa.

Es una historia que se cuenta de dos modos. Por un lado está la perspectiva de esa madre que observa la continuación del mundo sin ella y que quiere comunicarse con su hijo antes de que éste pierda definitivamente el rastro de su calor. Y por otro está él, el hijo, que busca desesperadamente ese calor, que se va transformando de elemento en elemento antes de desaparecer del todo. Toni Medina, Eloísa Azorín, Verónica Bermúdez, Juanjo F. Larcon y Mariló Molina son los encargados de levantar sobre las tablas estas dos vertientes de la historia.

‘El desmoronamiento de la ternura’ se alzó con el prestigioso Premio Born –que concede el Cercle Artístic de Ciutadella de Menorca– imponiéndose a medio millar de textos procedentes de España y Latinoamérica. El jurado destacó que se trata de una obra “escrita desde un prisma muy rompedor y contemporáneo” y valoró que “representa un momento de dolor que se espera más trascendente, pero que choca con la vulgaridad de la realidad”.

Y que sea un texto teatral tiene buena parte de culpa de que esto sea así: “La escritura teatral me permite poner a un personaje ajeno a mí en esa tesitura e imaginar –como es el caso– que a lo mejor él no sabe gestionar lo que ha pasado. De hecho, el protagonista de esta obra se convierte en una persona que ya no siente lástima ni compasión por nadie; que ha renunciado al cariño y a la ternura y que ha ‘boicoteado’

su relación sentimental, sus amistades… Y eso lo hace mientras busca el calor del cuerpo muerto de su madre: él se basa en las leyes de la termodinámica –aquello de que la energía no se destruye, solo se transforma– para emprender un viaje en busca del encuentro con aquello en lo que se haya convertido ahora su madre, para así despedirse”, ha explicado en diferentes medios de comunicación el propio Luisma Soriano.