La peor derecha extrema sigue entre nosotros

Del Alberto de hoy, Feijóo para las gentes del momento, diremos que parece que no introduce nada nuevo. Cambio de cromos que dirían unos. Un quítate tú que ya me pongo yo, que dirían otros

Nuca se fue realmente, siempre ha estado pese a que intenten vestirla de moderada y aunque la derecha extrema se vista de seda, extrema derecha se queda.

Hemos vivido unos días convulsos a cuenta del paro patronal, que no huelga, de transportistas. No huelga, porque en una huelga se respetan los servicios mínimos, se procura no agredir a la ciudadanía y se reclama desde la verdad.

La realidad es que, a un señorito de Hellín, que se autoproclamaba apolítico, aunque se ha demostrado que formaba parte de VOX, el partido de Abascal le ha puesto a su servicio toda la maquinaria de propaganda y bulos de la que dispone la extrema derecha.

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Señalado Manuel Hernández, presidente de la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte

Han conseguido instaurar el miedo al desabastecimiento, instaurar el terror por no poder disponer de alimentos y bienes de primera necesidad, a hacer creer que faltarían medicinas y equipamiento médico. Y en esto, mucha culpa tienen algunos de los grandes medios de comunicación nacionales, que se han tragado el cuento hasta el final.

Tuitero pregúntandose dónde está el desabastecimiento

De algunos medios nacionales, convertidos en populistas y totalmente sensacionalistas, hablaremos otro día, pero si diré aquí que cada vez quedan menos periodistas, de los que aman su profesión y la ponen en práctica con honor y valentía. Cada vez hay más showman, que solo buscan su minuto de gloria, una prensa amarilla, importada de otros países, que hace un daño tremendo a este país.

Pero volvamos al meollo de la cuestión. El señor Manuel Hernández, ese “apolítico” de pacotilla que, sin tener la representación de la mayoría del sector, ha conseguido hacer creer que España se encontraba al borde del abismo. Ese señor que tuvo una empresa desde 2010 hasta 2018 (Transportes Manolín e Hijos SL) que declaró insolvente, y según confirman desde Elplural.com, dejó sin pagar los salarios a los trabajadores.

La peor derecha extrema sigue entre nosotros
Extracto de la empresa insolvente de Manuel Hernández

Este es el poder de la extrema derecha, el de sembrar el caos y el miedo. De eso viven, de eso se alimentan. El día que aprendamos a no tenerles miedo, a plantarle cara, desaparecerán. Mientras tanto, ahí siguen, subiendo y subiendo. Devorando al Partido Popular, que lleva camino de ser relegado a la tercera fuerza política de este país. Porque para qué votar a una copia si te puedes quedar con el original.

Y de la extrema derecha pasamos a la derecha extrema, o derechita cobarde, como le gusta llamarle a Abascal. A ese Partido Popular, desnortado, abierto en canal, y al que le han encargado a un gallego, históricamente son los que evitan que ese partido se disuelva (Fraga, Mariano Rajoy…), que se ponga el disfraz de moderado e intente levantar al partido de las ruinas y cenizas en las que se encuentra.

Ruinas y cenizas en la que lo convirtió la lideresa de Madrid con un misil nuclear disparado y detonado en el núcleo de la organización, haciendo bueno aquello que decía el autor de ‘Política para adultos’, de “cuanto peor, mejor”, que ha provocado lo que ya todos saben: Pablo Casado muerto en combate, Teodoro García pillado con las manos en la masa, y media cúpula popular en paños menores.

Pero volvamos al gallego, al de nombre Alberto, y de apellidos Núñez Feijóo. Ese que es la nueva esperanza de los populares para no desaparecer, ese que va vendiendo moderación, cuando va a ser más extremista que Teodoro y Casado juntos.

Feijóo se convierte en el nuevo líder del PP
Alberto Núñez Feijóo

¿Se acuerdan de Alberto Ruiz-Gallardón? Ese alcalde moderado, modosito, que gustaba hasta en la izquierda pero que en cuanto pisó moqueta y lo hicieron ministro se quitó la careta y actuó como el más extremista de los que se recuerda. Ríete tú de Abascal. Memorable su intento de Ley del Aborto. Pensada para aglutinar a moderados, y que acabó molestando hasta a los de su partido. La que a la postre sería su tumba política.

La peor derecha extrema sigue entre nosotros
Alberto Ruiz-Gallardón

¿Coincidencia que ambos se llamen Alberto? El tiempo lo dirá. Veremos si el Alberto de ahora, hace bueno al Alberto del pasado.

Pero del Alberto de hoy, Feijóo para las gentes del momento, diremos que parece que no introduce nada nuevo. Cambio de cromos que dirían unos. Un quítate tú que ya me pongo yo, que dirían otros.

Pasó por la Región de Murcia para demostrar que, de los más de 30.000 afiliados que tenía el Partido Popular no hace tanto, no quedan más de 4.000. Que permite a personas imputadas y pendientes de juicio que se sienten en primera fila para aplaudirle y aclamarle. Que revive a cadáveres políticos como el de ‘Ramónluis’ (Ramón Luis Valcárcel para los no amigos). Que a López Miras le da pavor, dado que el gallego es más amante de los Pitisús de crema de Archena, que de los Bilbaos lorquinos.

La peor derecha extrema sigue entre nosotros
Señalada, Adela Martínez Cachá pendiente de juicio debido a la acusación de haber construido una tubería, que pasaba por un espacio protegido, sin haber tramitado previamente la declaración de impacto ambiental

Además, según informa el digital Nortes, en el acto que tuvo en Oviedo, el Ayuntamiento le cedió sin coste el teatro Campoamor, lugar privilegiado al que muy pocos tienen acceso, y en el que no se celebraban actos políticos desde los tiempos de Aznar.

En definitiva, con estos mimbres, malos cestos se pueden hacer.

Y para colmo de la desesperación de esta derecha extrema totalmente alejada de la realidad, va el presidente del Gobierno, un tal Pedro Sánchez, a Europa y se le ocurre hacer valer sus dotes de negociación para convencer a propios y extraños de que tanto España como Portugal pueden tomar medidas particulares para bajar la factura energética de los ciudadanos. ‘Excepción Ibérica’, lo han llamado. ¡Qué cosas, oiga!

La UE acepta un "trato especial" a España y Portugal para rebajar el  precio...
Los presidentes de Portugal y España, Antonio Cosa y Pedro Sánchez, respectivamente, en rueda de prensa tras la reunión del Consejo Europeo

Por tanto, recuerden, la peor derecha extrema sigue entre nosotros. Tenemos la responsabilidad de exorcizarla, la obligación de no dejarle que nos venza con sus ataques de miedo y caos. De nosotros depende.