La asamblea feminista se manifestará el próximo 8 de marzo para defender los derechos conquistados y avanzar hasta conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres

Expresamos en las calles que la lucha continúa para seguir avanzando en derechos y que no permitiremos ni un paso atrás

Criticamos a la ultraderecha negacionista a la que consideramos cómplice de actos machistas contra las mujeres

La Asamblea Feminista, constituida por más de 20 asociaciones de la Región de Murcia, se manifestará el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para reivindicar su participación en la sociedad y desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre. Este acto será la expresión de que nuestra lucha continúa para seguir avanzando y que no permitiremos ni un paso atrás en los derechos hasta ahora conseguidos.

La manifestación, partirá de la Plaza Fuensanta, a las 19 horas, hasta Plaza Martínez Tornel, donde se dará lectura de un manifiesto en el que expresaremos nuestras propuestas para seguir transformando la sociedad y mejorar la vida de todas las personas en el ámbito social, político, económico y personal.

Trasladaremos al conjunto de la ciudadanía nuestro propósito de continuar que las violencias machistas y sexuales sean una cuestión de Estado que incida en las causas, penalice a los agresores y proteja a las víctimas para que puedan desarrollar su vida sin la amenaza que sufren no sólo en el hogar, sino también en el trabajo y espacios públicos. En este sentido la educación desde la infancia también es una iniciativa para concienciar a las nuevas generaciones en relaciones basadas en el respeto y la igualdad.

La Asamblea Feminista exigimos a los poderes públicos que visualice y reconozca el valor y dignidad del trabajo doméstico y de cuidados, que desempeñan mayoritariamente las mujeres y favorezca la normalización de la corresponsabilidad mediante la conciliación de la vida laboral, familiar y personal por parte de los hombres.

Considera imprescindible el desarrollo de iniciativas políticas y normativas a nivel laboral que faciliten el acceso, la permanencia y promoción de las mujeres en el ámbito laboral, eliminando las condiciones precarias que hoy soportan un gran número de trabajadoras sin contrato o con contratos temporales, horas extras sin cotizar ni cobrar y una brecha salarial que supera el 15% en la Región de Murcia.

Nos manifestamos también contra cualquier manifestación de racismo y la xenofobia y defendemos el derecho a la representación paritaria de hombres y mujeres a nivel empresarial, académico y cultural, en organizaciones comunitarias, las relaciones vecinales, así como en la gestión y el diseño participativo o el uso compartido de los bienes y espacios públicos.

Las organizaciones feministas también manifestamos la urgente necesidad de una reforma educativa basada en la igualdad, el respeto a la diversidad y la eliminación de estereotipos de género, como cimientos fundamentales para avanzar hacia una sociedad igualitaria. La educación afectivo-sexual, feminista y diversa debe estar contemplada en el currículo escolar, libre de estereotipos sexistas, racistas, machistas y LGTBIfóbicos, y sin ningún tipo de veto parental. En este sentido exigimos la retirada del pin parental de la escuela murciana.

Entendemos que es imprescindible que el aborto esté fuera del Código Penal y se reconozca como un derecho de las mujeres y personas con capacidad de gestar a decidir sobre su cuerpo y su maternidad. Que se respete la autonomía de las mujeres de 16 y 17 años, a las mujeres trans, y en general cualquier manifestación de diversidad sexual.

Rechazamos con contundencia las manifestaciones de la ultraderecha que atacan los derechos conquistados por las mujeres y pretende mantenernos calladas y sumisas. Por el contrario, nuestra sociedad sabe que puede contar con nuestro compromiso para luchar por una economía sostenible, justa y solidaria, en la que nadie quede atrás, y todos y todas, desde nuestra diversidad, tangamos una vida digna. En este sentido manifestaremos nuestra posición antimilitarista y firme condena a las guerras desencadenadas por Estados autoritarios y represores, que generan un terrible dolor en el conjunto de la sociedad.